jueves, 27 de mayo de 2010

Yeasayer – Odd Blood (2010)



Los 80s están de moda, ya no cabe ninguna duda. No hay más que escuchar el segundo disco de los neoyorquinos Yeasayer para convencerse. Puede que las hombreras se resistan a volver, pero los arreglos musicales “ochenteros” ya nos han invadido.

Me resistía yo a introducirme en la penúltima sensación musical de NY, hasta que el anuncio de la tele del Primavera Sound me clavó en los tímpanos el estribillo del single “Ambling Alp” y me sorprendí a mi mismo tarareándolo en el metro. (Tampoco es muy significativo, eso me ha pasado hasta con Shakira). El caso es que decidí darle una oportunidad. En principio, nada nuevo bajo el sol de la Gran Manzana. Psicodelia, techno-pop al estilo de los 80s pasado por las mejores técnicas de sonido actuales, coros, falsetes……nada que no hayan hecho antes TV On The Radio mucho mejor. Pero el caso es que el disco arranca bien. Me gusta “The Children”, me gusta la citada “Ambling Alp”, “Madder Red” me parece muy comercial pero no me disgusta……..Llega el cuarto tema, “I Rememeber” y empieza uno a cansarse de este sonido algo empalagoso… y aunque parece que la cosa va a remontar con “One”, un tema divertido con ritmos africanos, el disco parece morirse ahí mismo. Toda la segunda mitad se vuelve repetitiva, tan “ochentera”, tan “dance”, tan insulsa.

El grupo estará, por supuesto, este fin de semana en el Primavera Sound. Por cierto, volviendo al anuncio televisivo del festival, resulta curioso que todos los cabezas de cartel citados en él sean grupos que llevan 10 años o más en la música (Pavement, Pet Shop Boys, Pixies, Wilco, Orbital). Aunque uno se lo explica cuando escucha nuevas bandas como Yeasayer. Que no es que no haya nuevas propuestas interesantes. Que las hay, desde luego. Pero no puedo por menos de pensar que el listón se ha bajado un poco y a veces le damos mucho bombo a cosas un tanto mediocres.

miércoles, 19 de mayo de 2010

The Black Keys – Brothers (2010)


Era de esperar, tras lo escuchado en su anterior trabajo, que en su sexto disco de estudio, el dúo de Ohio seguiría con su evolución desde el rock más sucio, crudo y desnudo hacia sonidos más modernos, más elaborados, más cool.

No era de extrañar que se atrevieran a revestir su sonido de elegantes arreglos y trataran de darle una apariencia menos rancia. No sólo de rudos riffs vive el rockero. Lo cierto es que han llevado su experimentación bastante más allá y uno se pregunta, escuchando el tema que abre el disco, “Everlasting Light”, sino se ha equivocado y ha puesto uno de LCD Soundsystem o Gnarls Barkley.

Así transcurren los primeros cortes del disco, en un claro intento de Patrick y Dan de reciclar su rock-blues clásico en rock-blues moderno. (Senda por la que ya transitaron Jon Spencer o Jack White). Aunque según avanzamos, nos damos cuenta de que, con todos los toques de modernidad que quieran, cuando mejor suenan los Black Keys es cuando suenan a sí mismos.

El soul impregna este disco de principio a fin, un soul cuidado y elegante (impensable hace unos años que The Black Keys sonaran a Marvin Gaye), pero tampoco faltan, más puntualmente, los arranques guitarreros “marca de la casa” (excelente el instrumental “Black Mud”) y hasta algún tímido coqueteo con el pop (“The Only One”).

En definitiva, si quieres escuchar la evolución de esta banda, ponte “Ten Cent Pistol” a todo volumen, y a disfrutar de un sonido a la vez clásico y moderno.

jueves, 13 de mayo de 2010

The Rolling Stones – Exile On Main Street (1972)



Los “dinosaurios” del rock son noticia por el estreno del documental “Stones in exile”, coincidiendo con el lanzamiento, el próximo día 18, de una reedición especial del mítico “Exile On Main Street”, incluyendo 10 temas inéditos que se compusieron en aquellas lisérgicas sesiones de grabación.

La historia es bien conocida. Principios de los 70s. Los Beatles se han separado, los Stones han superado los convulsos 60s tirando de riffs de guitarra, y acaban de firmar el disco que es, en mi opinión, su obra maestra (“Sticky Fingers”, de 1971). El fisco británico los persigue y ellos lo evitan instalándose en el sur de Francia. Allí, en el sótano de la casa de campo de Keith Richards, se grabó, entre fiesta y fiesta, “Exile On Main Street”, un disco considerado por muchos la cumbre musical de los Stones.

Habrá que esperar a que llegue a las carteleras el documental para poder comprobar si captura aquel universo de “sexo, droga y rock´n´roll”. Y habrá que esperar a que llegue a las tiendas el disco y podamos escuchar los 10 temas inéditos. Yo no soy optimista respecto a su calidad, se trata de temas que entonces se descartaron y, para mi gusto, ya fueron muy generosos incluyendo en el disco original 18 temas hasta completar un disco doble. Además, el single “Plundered my soul” es una canción correcta, pero poco más.

http://www.youtube.com/watch?v=CK6KA4QILUc

Mientras llegan todas esas novedades, nos quedamos con el disco original. El resultado de aquellas anárquicas sesiones de grabación es un puñado de canciones de sonido “sucio”, muy americano, empapado de blues, country, góspel, soul……se notan las aportaciones de Gram Parsons y la producción del genial Jimmy Miller. Pero sobre todo, este disco captura el espíritu de la banda mejor que otros discos de estudio e incluso que algunos grabados en directo. Ese sonido poco elaborado, por momentos atropellado, orgánico, que surge del corazón y hace perder la cabeza. Esas dos guitarras que se doblan, se funden, se complementan y se retan. (Es la época de Mick Taylor). Esos golpes de batería que son latidos de corazón. Esos pianos, esos coros….

Yo no creo que se trate del mejor disco de los Stones. Pero es el que mejor refleja su espíritu. El espíritu del ROCK´N´ROLL.

martes, 11 de mayo de 2010

Fictionist – Lasting Echo (2010)



Hacía ya unas semanas que cayó en mis manos (gracias a la recomendación de un amigo sureño), el disco de debut de los californianos Fictionist, y si no lo había escuchado con detenimiento hasta ahora era solamente porque yo siempre empiezo las cosas por el principio, y la primera canción no me encandilaba.

Pero una vez escuchado el disco completo, la impresión cambia. Fictionist nos regalan una colección de canciones pop/rock muy variadas en estilos e influencias, pero todas caracterizadas por la belleza y la elegancia, y dominadas por la estupenda voz de Stuart Maxfield y el extraordinario trabajo a las guitarras del propio Maxfield, Robbie Connolly y Brandon Kitterman.

A lo largo del disco nos encontramos con estupendas melodías (“Human Wings”, “Blue-Eyed Universe”), baladas de corte épico, con la voz de Maxfield alcanzando notables registros que nos recuerdan a las clásicas baladas del rock duro (“Sunshine Of A Shell”), cambios de ritmo y solos de guitarra muy en el estilo del rock progresivo (“Strangers In The Dark”, “Deeper and Deeper”), pop vacilón y asequible (“Time To Time”) y un temazo antológico, “Fire Don't Set You Free”, donde la melodía se acompaña de unas guitarras disonantes que crean una atmósfera sonora que desembocará en ruido y volverá a finalizar en guitarras. El mejor tema del disco, que no desentonaría en el repertorio de Wilco.

viernes, 7 de mayo de 2010

Tchaikovsky – El Cascanueces (1892)


Tal día como hoy, hace 170 años, nació en Rusia, Piotr Ilich Tchaikovsky (nombre y apellidos que varían según donde los veas escritos, es lo malo de ser ruso). Y para celebrarlo, hoy os dejo con la música de su obra más conocida, el ballet El Cascanueces.

Tchaikovsky escribió música a la adaptación de Alejandro Dumas (padre) del cuento El cascanueces y el rey de los ratones, de Ernst Theodor Amadeus Hoffmann (puesta en escena por Marius Petipa y encargado por el director de los Teatros Imperiales Iván Vsevolozhski en 1891). Lo que encontraréis aquí es la selección de 8 números de ballet hecha por el propio compositor antes del estreno del ballet, La Suite del Cascanueces, concebida para ser estrenada en concierto en 1892, y que fue todo un éxito.

La música, perfectamente encuadrada en el apasionado período romántico, es una maravilla llena de sensibilidad y energía, en la que el bueno de Piotr Ilich aúna con maestría la música culta y popular. No hay que olvidar que se trata de la “banda sonora” de un cuento de Hoffmann, con toda la carga simbólica y onírica que esto conlleva. Desde la “Obertura” inicial, se crea un ambiente de cuento de hadas, las diversas danzas van oscilando desde la fuerza de la danza rusa “Trepak” a la serena belleza de mi favorita, la “Dance Árabe” y el clímax se alcanza con el genial “Vals de las Flores”, que lo hubiera formado Johann Strauss hijo.

Os dejo con la Symphonic Festival Orchestra de Eslovenia

martes, 4 de mayo de 2010

Autokratz – Animal (2009)


Estos días es noticia que ya podemos escuchar nuevos temas de los londinenses Autokratz, con la producción de dos monstruos como Jagz Kooner y Andrew Innes. Aquí los tenéis

http://www.autokratz.com/kickdownload

Mientras degustáis estos dos nuevos trallazos y sus remixes, no está de más recordar (o descubrir a quien no los conozca) al dúo de pop electrónico que firmó uno de los mejores discos del 2009.

David Cox y Russell Crank no dudan en mezclar electrónica de baile salvaje con pop de reminiscencias ochenteras. Esta combinación, con la que corrieron el riesgo de convertirse en unos macarras horteras, ha dado de sí un resultado deslumbrante, música dance incendiaria que no pierde la elegancia ni cuando más se desmelena. (Memorable ese sonido de moneda que precede al subidón en “Stay the same”). Electrónica ruidosa y chirriante (“Gone gone gone”), melodías decadentes que ya le gustaría firmar a Alaska (“Can´t Stand Without”), un montón de ritmo para quemar la pista de baile, y de regalo, una frenética revisión del "Swastika Eyes" de sus mentores Primal Scream, que ya os adelanto que es mucho mejor que la de los Chemical Brothers.

Mientras esperamos ansiosos el segundo disco, vamos gastando las adidas con “Animal”.