martes, 29 de junio de 2010

Holy Fuck – Latin (2010)



Ya está aquí el nuevo disco de los canadienses Holy Fuck, que tan buen sabor de boca dejaron con su anterior disco, “LP”, tres años atrás.

Lo primero que hay que decir de este “Latin” es que resulta algo más asequible que su predecesor, algo menos caótico, algo menos experimental, pero sin perder la desbocada esencia Holy fuck. Y el balance es positivo, pues hace el resultado final más equilibrado (y, para qué engañarnos, más accesible al gran público), sin perder la identidad.

El cambio se nota ya en el tema que abre el disco, “MD”, que arranca con un sonido tan ambiental como experimental, pero que rápidamente evoluciona hasta encontrar ese ritmo bailable que se te mete dentro que va a ser constante a lo largo del disco (¨Latin America”, “SHT MTN”) y que por momentos se hace totalmente dance y hasta comercial (“Stay Lit”, “Silva & Grimes “, “P.I.G.S.”). En cualquier caso, no faltan los momentazos de subidón caótico con batería desenfrenada tan característicos de los de Toronto (“Stilettos”, “Lucky”), que hacen que recuerdes con claridad por qué te gusta tanto la psicodelia rockero-electrónica de Holy Fuck.

martes, 8 de junio de 2010

FreeBass – It´s A Beautiful Life (2010)



Después de una espera de años, por fin se cristaliza en un disco de larga duración el famoso proyecto de supergrupo de tres grandes nombres de la música británica: Peter Hook (Joy Division, New Order), Andy Rourke (The Smiths) y Gary “Mani” Mountfield (The Stone Roses, Primal Scream). Sí, tres grandes bajistas en un grupo llamado FreeBass.

El problema de los llamados “supergrupos” es que muy rara vez alcanzan las exceptativas creadas. La suma de talentos no es una operación aritmética, pero nos gusta pensarlo así. En cualquier caso, el resultado puede ser digno, y eso es lo que pienso de It´s A Beautiful Life”.

Aunque se había especulado con un sinfín de posibles cantantes para el grupo (Billy Corgan, Liam Gallaguer, Bobby Gillespie) finalmente se ha quedado el puesto Gary Briggs (Haven), una voz peculiar que tiene defensores y detractores.

El resultado final, 10 canciones pop que suenan a New Order por los cuatro costados, y que seguramente decepcionarán a los fans de New Order. El sonido es bueno, la producción perfecta, hay buenas melodías, los bajos suenan estupendos (sólo faltaba!) y, en general, la escucha del disco es agradable, aunque deja esa sensación de que no acaba de despegar, y le falta fuerza para ser un gran disco.

Me quedo con el pop oscuro de “World Won´t Wait” y el sonido de guitarras a lo Smiths en “The God Machine”, en una propuesta correcta sin más. Un poco de pop primaveral.