lunes, 8 de noviembre de 2010

Eric Clapton – Clapton (2010)



A propósito del nuevo disco de Eric Clapton, llamado simplemente “Clapton”, no puedo evitar pensar en la imagen que para el público en general tiene en la actualidad el otrora genial cantante, compositor y guitarrista de rock británico.

Muy larga y variada es la trayectoria de Clapton en el mundo de la música desde que formara su primera banda de rithm´n´blues a mediados de los sesenta. Y por supuesto, no toda su extensa discografía está ni mucho menos a la altura de los discos que le han catapultado a ser una leyenda de la música rock en general y de la guitarra eléctrica en particular. Quizás el “delito” de Clapton haya sido sobrevivir a esa inmensa presión que recayó sobre sus hombros a finales de los sesenta cuando fue considerado unánimemente el mejor instrumentista de rock del mundo. Esa presión y los acontecimientos que rodearon su vida privada le llevaron a una espiral de drogas y alcohol que estuvo a punto de acabar con su vida a principios de los setenta. Pero no era ese su destino, y al contrario que otros contemporáneos, Clapton vivió para contarlo, y llegar hasta nuestros días con la obligación moral y física de seguir componiendo canciones, grabando discos y recorriendo el mundo en grandes giras. Habría que ver a Jimi Hendrix ó Duane Allman en la actualidad, rondando los setenta años, pero lo cierto es que Clapton ha acabado convirtiéndose en un sesentón canoso, con gafas de intelectual y papada que produce canciones de estilo facilón y comercial y dificilmente alcanza el virtuosismo a la guitarra que era capaz de demostrar en el 69, imagen que pone en peligro su reputación para las nuevas generaciones que no alcanzan a entender lo que Eric ha supuesto para la música rock.

En 2010 se presenta con un nuevo disco plagado de conformismo, muy elegante y bien ejecutado, pero por momentos carente de fuerza y compromiso, característica ésta por desgracia muy presente en sus últimos trabajos. Un disco lleno de versiones de viejos clásicos y colaboraciones, de referencias a tiempos pasados, a sonidos del viejo blues, ideal como banda sonora de una cena elegante en un restaurante caro.

A lo largo de todo el disco, escuchamos la estupenda voz de Clapton, pero apenas escuchamos su guitarra. Clapton cede el protagonismo instrumental a la guitarra de su estrecho colaborador Doyle Bramhall (coautor del único tema compuesto por Eric, “Run Back To Your Side”), a la guitarra de la leyenda J.J. Cale (autor de dos temas, “Everything Will Be Allright” y “River Runs Deep”, éste último de lo mejorcito del disco gracias a la sobria guitarra de Cale), al piano de Walt Richmond y la trompeta del gran Wynston Marsalis en la muy elegante pero algo aburrida balada “How Deep Is The Ocean”, o al piano de Allen Toussaint, que le da un toque alegre y jazzero a “My Very Good Friend The Milkman” y “When Somebody Thinks You’re Beautiful”. El cupo de colaboraciones termina con la voz de Sheryl Crow en la hortera “Diamonds Made From Rain”, también compuesta por Bramhall.

En definitiva, un disco lento, lleno de baladas, elegante pero sin fuerza, en el que sólo intuimos al Clapton genial en “That's No Way To Get Along” (que encajaría bien en la producción setentera de Eric) o el blues “Can't Hold Out Much Longer” donde brilla la guitarra del genio, con sus característicos fraseos rápidos y afilados. E.C. quién te ha visto y quién te ve.

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